domingo, 29 de mayo de 2011

UNIDAD DIDÁCTICA: Uno, dos, se abre el telón.


La unidad didáctica que realicé durante mi periodo en prácticas fue sobre el teatro y más concretamente sobre el cuento de Caperucita roja versionado por el autor británico Roald Dalh en su libro Cuentos en verso para niños perversos.
El motivo de centrar dicha unidad en el teatro fue principalmente por las múltiples condiciones y caracteres favorecedores que presenta a la hora de motivar a los alumnos. Es de destacar cómo estudiantes de cuarto de primaria, para los que orienté esta unidad, concentran esfuerzos tanto a nivel individual como a nivel de grupo a la hora de conseguir objetivos, y aún se hace más sorprendente cuando lo que trabajan es el teatro. Escenifican, observan, aprenden de los demás, leen las obras con más atención, comparten sus ideas con otros, respetan el trabajo del compañero y se apoyan entre ellos. Las motivaciones son, por tanto, con este tema, sobradas para que el alumno consiga objetivos. Objetivos que, por otra parte, contribuyen a su vez a lo establecido en el currículo para Educación Primaria tanto en cuanto a los objetivos generales como en los de área, sin menoscabo, por supuesto, del alcance de algunas competencias, como la lingüística y literaria, aprender a aprender, autonomía personal o social y ciudadana.
Es por tanto, una manera inexorable de acercar al alumno al aprendizaje de forma cooperativa y con resultados significativos a la vez que ese acercamiento le permite valorar la obra literaria como fuente de placer y entretenimiento.

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