domingo, 29 de mayo de 2011

UNIDAD DIDÁCTICA: Uno, dos, se abre el telón.


La unidad didáctica que realicé durante mi periodo en prácticas fue sobre el teatro y más concretamente sobre el cuento de Caperucita roja versionado por el autor británico Roald Dalh en su libro Cuentos en verso para niños perversos.
El motivo de centrar dicha unidad en el teatro fue principalmente por las múltiples condiciones y caracteres favorecedores que presenta a la hora de motivar a los alumnos. Es de destacar cómo estudiantes de cuarto de primaria, para los que orienté esta unidad, concentran esfuerzos tanto a nivel individual como a nivel de grupo a la hora de conseguir objetivos, y aún se hace más sorprendente cuando lo que trabajan es el teatro. Escenifican, observan, aprenden de los demás, leen las obras con más atención, comparten sus ideas con otros, respetan el trabajo del compañero y se apoyan entre ellos. Las motivaciones son, por tanto, con este tema, sobradas para que el alumno consiga objetivos. Objetivos que, por otra parte, contribuyen a su vez a lo establecido en el currículo para Educación Primaria tanto en cuanto a los objetivos generales como en los de área, sin menoscabo, por supuesto, del alcance de algunas competencias, como la lingüística y literaria, aprender a aprender, autonomía personal o social y ciudadana.
Es por tanto, una manera inexorable de acercar al alumno al aprendizaje de forma cooperativa y con resultados significativos a la vez que ese acercamiento le permite valorar la obra literaria como fuente de placer y entretenimiento.

Le nozze di Figaro

Reposición de la producción del Teatro Real de 2009, con Víctor Pablo Pérez como director musical, y Emilio Sagi como director de escena.
De Las bodas de Fígaro (1786), ópera italiana en cuatro actos, se dice que es una de las obras más perfectas y divertidas del teatro de todos los tiempos, donde Mozart y Da Ponte se unen creando una obra magistral. Las combinaciones de arias y conjuntos con una comedia de enredos mantiene la atención del público en todo momento. La música, durante toda la obra, perfila la psicología de unos personajes muy particulares.
Os recomiendo que acudáis  a su representación. Ayer, 28 de Mayo, asistí al ensayo general y no creo que vaya a decir algo que no esté ya expresado en cuanto a su perfección como obra, o de su música, o  de los extraordinarios actores cuyas voces estaban a la altura de las circunstancias o incluso de los espectaculares decorados acordes a cada escena, lo que sí puedo transmitir es lo que en mí persona produjo asistir a dicha representación. No son sensaciones o sentimientos aislados, sino que se sobreponen en cada escena, en cada voz, en cada nota. Todos ellos concurren llegando a mí y consiguiendo durante cada segundo de la representación no sólo captar mi atención plena, sino envolverme en la trama de la obra, en la armonía de la música, en cada gesto, cada burla o cada sentimiento de los personajes, a los que ya he hecho míos.

La literatura gallega extiende sus tentáculos

Nace la editorial Pulp Books, que editará en castellano las obras más recientes y de mayor éxito

MANUEL DE LA FUENTE / MADRID
Día 27/05/2011 - 12.24h

No, no se trata de recordar al añorado y todavía querido pulpo Paul, pero es de esperar que el proyecto nazca con aquel buen fario que el entrañable cefalópodo alemán nos brindó, y que Neptuno guarde en su seno. Se trata (todavía quedan valientes) del nacimiento de una nueva editorial, que lleva precisamente el nombre de ese sabio animal que inmolamos para nuestro deleite en las formas de a feira o vinagreta, principalmente: Pulp Books. Aunque quizá sus mentores tengan en mente otra Pulp, la de Tarantino.
Pelillos a la mar, lo que importa es que la editorial nace, como explican sus responsables, «para ofrecer a los lectores en castellano las obras de la literatura gallega que más están dando que hablar, libros recentísimos de autores jóvenes, publicados originalmente en gallego, reconocidos por la crítica, por el público y por los premios más prestigiosos, en traducción al castellano».
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http://www.abc.es/20110527/cultura-libros/abcm-literatura-gallega-extiende-tentaculos-201105270902.html

"Hacer reír a la gente desde el escenario es una medicina"

ENTREVISTA: PATRICE THIBAUD Actor

BORJA HERMOSO | Madrid 27/05/2011
En la alocada estirpe de los Marx, los Chaplin, los Keaton, los Tati, los De Funès y en general los geniales trasgos del humor que hicieron y hacen la sucesión de los días y de las noches un poco menos urticante, este señor alto y calvoso que atiende al nombre de Patrice Thibaud (aunque, como ya se dijo por aquí hace tiempo, debería llamarse Fantomimo, Cucurruplás o Pumpurrumpum) ha vuelto por donde suele: regalarnos, durante cosa de hora y media, la mentirosa/impagable sensación de que, mientras dura su guateque, la vida se detiene ahí afuera. Es la impronta del gran espectáculo. Luego vuelves a recorrer las aceras y a hacerte las grandes preguntas: ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? ¿cuándo demonios vencía el plazo de la letra?

"La indignación debe ir seguida de compromiso"

RUIZ MANTILLA
Con 93 años, este escritor y activista del progreso, ha inspirado a los jóvenes europeos, y con mucha fuerza a los españoles, bajo el lema de su libro: ¡Indignaos!
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 http://www.elpais.com/articulo/portada/indignacion/debe/ir/seguida/compromiso/elpepusoceps/20110529elpepspor_8/TesJESÚS

El ruido entusiasta de Vásquez llena de literatura la Feria del Libro

Ignacio Polanco destaca la acogida del Premio Alfaguara al autor colombiano

WINSTON MANRIQUE SABOGAL - Madrid - 29/05/2011
Parte del murmullo de la gente dispersa por el parque se fue acercando a los jardines de Cecilio Rodríguez, del parque del Retiro, hasta concentrarse en su pabellón, y minutos después silenciarse para escuchar frases como "hemos recibido felicitaciones del mundo de la cultura española y latinoamericana", "un libro es bueno cuando crea una ensoñación y este crea una perfecta", "es mi novela más personal", "se ha hablado mucho del narcoterrorismo pero en ninguna parte constaban las emociones y su impacto en el alma"... Más pistas sobre el libro, risas por algunas anécdotas, más palabras, aplausos y otra vez el murmullo de la gente, esta vez sobre el mismo tema: la novela El ruido de las cosas al caer, de Juan Gabriel Vásquez, quien acababa de recibir el XIV Premio Alfaguara de Novela.
'El ruido de las cosas al caer' retrata a la generación del narcoterrorismo
Este año el escenario de esa entrega cambió para convertirse en uno de los principales actos de la 70ª Feria del Libro de Madrid, en el Retiro. Aunque la Feria abrió el viernes con rayos y centellas de un aguacero, ayer el cielo era azul con pocas nubes extraviadas. Con voz afónica, Vásquez (Bogotá, 1973) agradeció el premio a Ignacio Polanco, presidente del Grupo PRISA, editor de EL PAÍS, y de la Fundación Santillana, y a Bernardo Atxaga, escritor y presidente del jurado. "No creo en las novelas como ejercicio de ombliguismo", reconoció el galardonado. "Creo en ellas como un canto sofisticado para llegar al lector, y este premio me permite contarles esta historia a más lectores de los que hubiera imaginado".
Minutos antes, Polanco había hablado de las muestras de afecto recibidas por este Alfaguara y contado cómo Vásquez había aprobado con éxito un reto: su paso por la Feria del Libro de Bogotá hace tres semanas. Luego, Atxaga citó a Rousseau con Ensoñaciones de un paseante solitario, y derivar su reflexión en la importancia que debe tener un libro a la hora de trasladar al lector a otro mundo.
En su turno, Juan Gabriel Vásquez recordó que hace dos meses, cuando Atxaga lo llamó por el anuncio del premio, lo que se le pasó por la cabeza fue aquella anécdota de Samuel Johnson, referida a un alumno que le envió una novela, y su respuesta fue: "Querido amigo, su novela es muy buena y muy original, pero la parte que es buena no es original y la parte original no es buena". Las risas rompieron el silencio... Vásquez aseguró que se trata de su novela más personal al contar lo que para su generación significó crecer con el miedo del narcoterrorismo en Bogotá. "Una novela que solo hubiera sido escrita ahora, después del 11-S y del 11-M, porque la gente se ha acostumbrado a vivir con el miedo. Como sociedad nos hemos acostumbrado a la vulnerabilidad".
Un lamento y una sensación que palpitan en El ruido de las cosas al caer, que narra la vida de dos hombres cuyos presentes y pasados trenzan 70 años de la historia de la penúltima Colombia. Combates de siempre, nacimiento del narcotráfico, su crecimiento y auge y su metamorfosis en narcoterrorismo en los años ochenta y primeros noventa. Pero todo eso es una presencia ausente porque la fuerza reside en las secuelas que ese estallido dejó en las personas. "Es una novela de personajes, de emociones, una historia de amor con el ruido de fondo del narcoterrorismo", resume Vásquez. Agrega que se habían registrado los muertos y todo tipo de daños físicos pero faltaba algo, y "es ahí donde entra el novelista como un notario de las emociones".
Una obra que trasciende su lugar geográfico y su tiempo en la medida en que aborda temas universales vividos a través de personajes que cobran vida en la novela con todo el arco de emociones, sentimientos, búsquedas, extravíos y sueños. Después de tantas pistas sobre El ruido de las cosas al caer, su autor cerró sus palabras dando las gracias a sus dos niñas "por no haber echado el edificio abajo mientras yo hablaba". Risas mezcladas con aplausos que precedieron al murmullo que luego salió al día luminoso del Retiro, de un premio de feria.
/Feria/Libro/elpepucul/20110529elpepicul_3/Tes

Traductor, ¿Traidor?

Adan Kovacsics y Mauro Armiño desnudan los secretos de su oficio en la Biblioteca Nacional.
Álvaro Argote | Madrid
Actualizado sábado 28/05/2011 19:27 horas
Las paredes de la Biblioteca Nacional de España acogieron anoche, con la colaboración del Ministerio de Cultura, el coloquio entre Mauro Armiño, Premio Nacional 2010 a la mejor Traducción, y Adan Kovacsics, Premio Nacional a la Obra de un traductor.
En el encuentro entre los galardonados y los asistentes, se debatió la teoría de la traducción, tal como se entiende actualmente, y las dificultades de trasmitir un texto desde su lenguaje original a otras lenguas. Ambos han coincidido en que la traducción responde a multitud de problemas lingüísticos, epistemológicos y de género literario (poesía, narrativa o teatro).
Adan Kovacsics, autor de traducciones de clásicos alemanes de los siglos XIX y XX de la Filosofía, incidió en el mal trato cultural a la que está expuesta la traducción en el mundo de las artes, ya que, según él, "en muchas de las fichas técnicas de los libros se ve el título, la editorial, el número de páginas, año de publicación, pero nunca el traductor". Y recordó que el traductor no es un intermediario que tergiversa una obra original para ofrecer una versión posible en un idioma diferente, porque "no atiende ni a gustos ni a preferencias, al igual que no hay ninguna clase de interpretación subjetiva ni pulsaciones emocionales que afecten al significado del texto", apuntó. Defiende con ímpetu su profesión, a la que define como un bien indispensable de la cultura universal. "Gracias a nosotros la literatura se comunica con los corazones de los lectores, enriquecemos la obra original mediante la aportación que le otorga la lengua que yo le doy", ha manifestado.
Por el contrario, Mauro Armiño autor de la versión completa de 'A la busca del tiempo perdido' de Marcel Proust, ha defendido que para comprender un texto en su plenitud hay que ser capaz de impregnarse con su significado. "Primero hay que comprender y después interpretar". Especializado en la traducción de poesía, ha señalado que "los grandes poetas respiran su propio lenguaje", y que son especialmente complicados de traducir, porque "en un poema hay que respetar los puntos y las comas aunque no atiendan a concordancias sintácticas". Y "es que el traductor de poesía, además de políglota, es necesariamente un poeta". Es partidario del empleo de un lenguaje llano y sencillo, pero que respete la autonomía del texto. Ha criticado con acritud a autores de la talla de Azorín, uno de los estandartes literarios de la Generación del 98, por su estrambótico uso del idioma. "Es un gran escritor que nadie lee porque exige al lector tener un diccionario en la mano, debido a las rebuscadas palabras que utiliza".
En ocasiones, las relaciones entre un escritor y un traductor son conflictivas por la arrogancia de algunos escritores que desdeñan la labor del traductor al considerarla un género menor. Y, sin embargo, traductores han sido escritores como Vladimir Nabokov, José Bianco, Alberto Guirri y Octavio Paz. Este último afirmó que "por una parte, la traducción suprime las diferencias entre una lengua y otra, mientras por otra las revela más plenamente".
Mauro Armiño y Adan Kovacsics han admitido que "es verdad que hay escritores un poco especiales que nos dificultan nuestra labor; preferimos traducir sin interferencias de los autores". Armiño añadió una excepción: Pierre Klossowski, filósofo francés fallecido en 2001, que "era un genio muy divertido y cercano", al que le tradujo 'Tan funesto deseo'. Y es que estos escritores en la sombra dan vida a la literatura y al castellano.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/27/cultura/1306483298.html